Elegir nombre de marca es algo casi tan complicado como elegir nombre para un hijo. Quieres que suene bien, que imprima carácter y en ocasiones, también que honre su pasado y sus raíces. Y es que para muchos empresarios, sus proyectos son también un poco ‘hijos’…Por eso no nos sorprendemos cuando alguno de ellos se refiere a su nueva empresa o producto como ‘su bebé’ 😉 Y aunque para los hijos no hay leyes escritas acerca de cómo elegir sus nombres, en el terreno empresarial sí que hay varios factores que tener en cuenta para llevar a cabo el ‘naming’ de una marca.
Qué es el naming
El naming es mucho más que poner nombre a una marca. Se trata de un proceso complejo y minucioso con vertientes creativas, psicológicas, administrativas y legales, en el que además, hay que tener en cuenta toda una serie de criterios y directrices vinculados a la arquitectura de marca. Por ello, es muy importante que te apoyes en profesionales que no solo te den buenas ideas de naming, sino que sepan integrarlo con tu estrategia y llevar a cabo las gestiones que te permitirán usarlo con total seguridad y tranquilidad.
No obstante, si prefieres aventurarte a elegir tu propio nombre de marca, te dejamos por aquí algunas reflexiones a tener en cuenta.
Qué tienen en común los buenos namings
Hay mil caminos para llegar a un buen naming. Sin embargo, sabrás que estás ante una opción ganadora si alguna de las opciones que barajas cumple con estos requisitos:
- Es fácil de recordar y pronunciar.
- Es original y diferente a los de otras marcas.
- Tiene una sonoridad agradable al oído y una grafía agradable a la vista.
- Transmite los valores y la personalidad que quieres proyectar con tu empresa.
- Tiene capacidad para adaptarse a la marca a largo plazo.
5 claves para elegir nombre de marca
Define qué quieres transmitir con el naming
Antes de empezar con el proceso de naming, es importante que definas la personalidad de la marca, los atributos del producto o servicio que ofreces y los beneficios que estos aportan al consumidor. De este trabajo previo saldrán muchas palabras clave que te ayudarán a ir afinando la dirección en la que puede ir la elección del futuro nombre de marca.
Estudia el mercado y la competencia
Investiga el mercado en el que te mueves, analiza qué nombres ya están ‘cogidos’ y cómo se posicionan en ese mercado, cual es el comportamiento del consumidor en el ciclo de compra de la categoría de producto o servicio que ofreces. Todo ello te dará información acerca de las connotaciones y evocaciones que pueden funcionar mejor en tu nombre de marca.
Explora diferentes tipos de naming
Cerrarte en banda con el primer nombre que se te ocurra es un gran error. Conocer las diferentes tipologías de nombre de marca e intentar encuadrar en cada una de ellas un nombre para la tuya es un ejercicio creativo que te facilitará opciones que no esperabas…y entre ellas puede estar la que mejor se ajuste a lo que tu marca necesita:
- Descriptivo: vincula el nombre a lo que la compañía ofrece, por ejemplo Gas Natural. Tiene la ventaja de ser fácil de recordar y extraordinariamente útil para el SEO, pero puede ser problemático si quieres diversificar la actividad de tu empresa en el futuro.
- Patronímico: consiste en utilizar el nombre y/o apellido del fundador, como por ejemplo Ralph Lauren. También puede ser el de un personaje ficticio, como en el caso de la cadena de restaurantes Bubba Gump, que se inspiró en la película Forrest Gump para su naming.
- Siglas y acrónimos: normalmente ‘esconden’ un nombre más largo y descriptivo. Su principal desventaja es que están aparentemente vacíos de significado, y es la propia marca la que debe dárselo con su personalidad y valores. Es importante que resulten fáciles de recordar y pronunciar, como por ejemplo AEG.
- Abstractos: son nombres que no significan nada en concreto en ningún idioma. Su ventaja es la originalidad, aunque como en el caso anterior, no se ven afectados por connotaciones positivas o negativas previas y es responsabilidad total de la marca dotarlos de significado. Uno de los ejemplos más icónicos es IKEA.
- Evocadores: vincula el nombre de la marca con experiencias, acciones o sensaciones positivas que el consumidor ya conoce, y las asocia a las características, beneficios o personalidad del producto o servicio. Podemos encontrar namings así en Dorada o Wallapop.
Juega con el lenguaje
No es obligatorio, que el nombre de tu marca surja de un recurso literario súper ingenioso, pero explorar algunos de ellos te abrirá la mente a otras posibilidades, que después podrás usar o no. Saca al creativo que llevas dentro y atrévete a jugar con las palabras aplicando los mismos recursos que utilizados por poetas y escritores. Estos son algunos ejemplos que ya han sido utilizados por las marcas:
- Simbolismos y metáforas, que adjudiquen a la marca las características de animales, lugares o cosas, como los utilizados por Jaguar (velocidad), Amazon (enormidad, fluidez) o Sepiia (analogía entre la tela a prueba e manchas y la piel de la sepia).
- Aliteraciones o rimas que den musicalidad al nombre a través de la repetición de sonidos, como ocurre con Coca-Cola, PayPal, Dunkin Donuts, La Casa de las Carcasas…
- Juegos de palabras que sumen significados o creen un vínculo simpático entre la marca y expresiones o palabras de uso común. Se utilizó en los naming de WhatsApp, Yoigo, Vueling…
La prueba de los tres filtros
Una vez que hayas seleccionado los nombres de marca que más te gustan, es el momento de pasarlos por los tres filtros que te detallamos a continuación:
- Filtro de calidad: Verifica que cumplen todas las características que comparten los buenos namings: originales, fáciles de recordar y pronunciar, agradables al oído y la vista, coherentes con la actividad, valores y personalidad de la marca y capaces de adaptarse a su evolución
- Filtro idiomático: Asegúrate de que no significan nada ‘raro’, inapropiado o desagradable en ningún idioma extranjero. Pasar esto por alto puede costarte un rebranding si decides dar el salto al mercado internacional.
- Filtro de disponibilidad: Constata en el registro de marcas que el nombre está disponible para ser usado en tu sector en cualquier lugar del mundo. Si haces la comprobación solamente en España, puedes enfrentarte después al mismo problema que en el caso anterior. En ocasiones te encontrarás con que la marca ya esta registrada para otro sector, pero que puedes usarla en el tuyo. Analiza lo que eso puede suponer en el futuro (confusión entre marcas, SEO, etc) y decide en consecuencia. Dentro de este filtrado es importante también comprobar que el nombre está disponible para ser usado en redes sociales y dominios, ya que si no es así, tendrás que buscar alternativas. Para esto te será muy útil la herramienta Namechekr.
En el peor de los casos, descartarás todos los nombres que habías elegido y tendrás que volver atrás…por eso es importante que documentes el proceso y clasifiques las diferentes opciones que hayan ido surgiendo: tal vez dándole una vuelta a una de los nombres que descartaste inicialmente des con el naming definitivo para tu marca.
Registra el nombre de tu marca
Después de todo el esfuerzo que supone dar con una marca que transmita los valores y personalidad de tu empresa, producto o servicio, lo más lógico es protegerla para que nadie más pueda usarla. Protegerla a nivel internacional y para todos los sectores posibles es la mejor decisión, porque te ahorrará problemas si abres nuevas vías de negocio en el futuro. Sale más caro, pero merece la pena.
Como ves, el naming puede ser un proceso largo, complejo e incluso desalentador, que en muchas ocasiones está injustamente valorado. Si estás en el proceso de búsqueda, tienes varias ideas pero no sabes si son las más adecuadas para tu negocio, o necesitas ayuda para hacer el trabajo previo que supone definir la estrategia, estudiar el mercado, etc, podemos ayudarte de distintas maneras. Échale un vistazo a las modalidades de consultoría que ofrecemos, y si tienes cualquier duda, no te cortes y pregúntanos. Nos encantará atenderte.
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