¿Tienes una empresa? ¿hace mucho? ¿poco? Da igual, estés en el punto en el que estés, siempre necesitarás saber cómo anda tu mercado. Los mercados evolucionan, cambian. Tu competencia crece, cambia. Y tú también deberás cambiar, adaptarte si, ante ese mundo cambiante, quieres mejorar o mantener al menos tu cuota de mercado.
¿Cómo puedo hacer un estudio de mercado?
Como siempre hay dos tipos de fuentes de información, las que te generas tú mismo (primarias) y las que consigues de otros (secundarias). Vamos a a analizar ambos tipos:
a) Fuentes Primarias
¿Les preguntas a tus clientes?, ¿para saber cómo van?, ¿qué pueden necesitar? ¿cómo piensan cubrir las necesidades que tienen?
¿Le sacas el máximo partido a los datos que seguro que tienes? ¿Han aumentado o disminuido las ventas? ¿Qué tipo de producto se vende más? ¿Qué despierta más interés? ¿sobre qué producto recibes más preguntas? ¿qué servicios añadidos demanadan? ¿cómo son tus clientes? ¿los de siempre o han cambiado? ¿han disminuído o aumentado?
¿Analizas también lo que está pasando en tus redes sociales? Cuantos seguidores tienes?
b) Fuentes secundarias
Numerosos organismos y entidades generan regularmente estudios de mercado en los que puede estar cinluido tu sector: la cámara de comercio, el Instituto Nacional de Estadística, colegios profesionales, asociaciones, la universidad…
Estos datos te pueden servir para compararte con tu competencia o para conocer mejor los datos de los mejores de tu mercado. Para conocer buenas prácticas y ponerte un horizonte a alcanzar.
Muchos de los datos obtenidos de las fuentes primarias nos dicen poco por sí solos, y es difícil compararse con las realidades de las fuentes secundarias. Lo más aconsejable es comparar tu propia realidad con periodos anteriores. Solo tú puedes conocer de verdad las variables que han cambiado en tu negocio y que han podido provocar cambios en la respuesta de tu mercado.
Es importante dedicarle un tiempo concentrado a analizar tu mercado, nosotros proponemos realizar una auditoría de marketing al menos una vez al año. La verdad es que no deja de sorprendernos que las empresas le dediquen un tiempo específico al cierre del ejercicio a hacer balance de sus cuentas y de su mercancía y sin embargo, no le dediquen un tiempo específico a pararse a pensar en su mercado, a decidir si van en la dirección correcta o no. ¡De nada sirve tener las cuentas saneadas hoy si el esfuerzo que estás realizando va contra las corrientes del mercado!
Por otro lado, tampoco tiene sentido dedicarle un tiempo excesivo al análisis, al pensar, al decir. Hay que “hacer”. Las conclusiones de nuestro estudio de mercado deben estar repletas de propuestas de actuación. El estudio debe mostrarnos el camino a seguir: ¿continuaremos ofreciendo el mismo producto? ¿al mismo precio? ¿con los mismos servicios? ¿continuaremos dirigiéndonos al mismo público? ¿continuaremos comunicándolo de la misma manera?
Cuéntanos tu experiencia, ¿realizas estudios de mercado regularmente? ¿en qué consisten? ¿cómo te organizas?
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